El aceite es el ingrediente más seguro y saludable para el uso íntimo.
De hecho, hay que saber que cada mujer tiene su propio pH íntimo (grado de acidez), comprendido entre 3,8 y 4,5, que varía según las etapas de la vida.
Para el cuidado íntimo, es importante respetar el pH propio, que garantiza el equilibrio de las bacterias buenas (de lo contrario, existe riesgo de infección e inflamación).
Los productos compuestos principalmente por agua (que tiene un pH de 7) deben enriquecerse con correctores de acidez para alcanzar un pH cercano al pH natural, pero también con conservantes y emulsionantes. Esto a menudo implica composiciones bastante complejas que podrían provocar inflamaciones.
Por el contrario, el aceite tiene un pH neutro, por lo que se ajusta al pH de cada mujer, lo que garantiza un uso sin riesgos.